El tipo de construcción más característico de Holanda es la casa adosada, una vivienda unifamiliar de dos o tres plantas, con jardín delante y detrás, que, junto con otras viviendas idénticas, forma un bloque de viviendas. En las ciudades también se han construido muchos complejos de apartamentos y edificios de pisos para poder alojar en un espacio limitado al creciente número de habitantes.